Si fuera un alumno que se dispone a aprender o perfeccionar un idioma (lo he sido y lo seré), me haría muchas preguntas: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Con quién?… Cada alumno es un mundo. Todos tienen unos objetivos, unas preferencias y un día a día en el que muy probablemente, aprender un idioma no será su única prioridad. Por eso, el aprendizaje de un idioma debería integrarse en ese día a día sin grandes alteraciones en el resto de la agenda. Y por eso, cada vez más academias de idiomas eligen la respuesta a todas esas preguntas: e-learning a través de una plataforma educativa o LMS (Learning Managemente System).

No solo por puro pragmatismo, sino porque hace ya algún tiempo que aprender un idioma no es “estudiarlo”, en el sentido más estricto de la palabra. Las metodologías han evolucionado tanto que se puede aprender un idioma casi sin ser consciente de ello, casi sin hacer esfuerzos para recordar, construir o consultar. De manera natural, plenamente intuitiva, y sin renunciar por ello al máximo rigor académico.

Para conseguirlo, resulta decisivo plantear el aprendizaje como un proceso versátil, adaptable tanto a las características de la institución como a los objetivos del alumno. En este contexto conviene disponer de un amplio registro de recursos para proporcionar al curso ese carácter dinámico y diverso. Y sobre todo, resulta decisivo saber aprovechar todos esos recursos para convertir cada proyecto de aprendizaje en toda una experiencia innovadora, gratificante y perdurable. A continuación, ofrecemos algunas sugerencias para aprovechar al máximo la plataforma educativa de tu academia de idiomas.

 

7 sugerencias para sacar lo máximo de una plataforma educativa en cursos de idiomas

#1. LMS a su manera. Resulta más fácil aprovechar un sistema que pueda adaptarse a sus cursos e institución, que distorsionar un curso para adaptarlo a un sistema. Es decir, para aprovechar al máximo su  LMS, debe ser configurable, empezando por la adaptación a la imagen corporativa de su organización, hasta el idioma, diseño, gestión de roles, número de cursos, de alumnos, etc. Y, por supuesto, configurar la mejor disposición de los recursos desde la pantalla de inicio para ofrecer un acceso rápido, ágil e intuitivo a cada necesidad, en cada momento.

#2. Fomentar la organización y la planificación. Para ello, nada como empezar por el calendario en la página de inicio del LMS, donde incluir eventos relevantes que ayuden al alumno a planificar y   establecer su propio ritmo de aprendizaje.

#3. Utilizar las herramientas que ofrece un LMS para la creación de contenido. Transformar un LMS en un LCMS (Learning Content Management System) está en su mano. Solo se requiere acceder a las herramientas de autor para la generación de material SCORM, crear sus propios cursos (las opciones de interactividad y participación se multiplican integrando virtual classroom en el curso), crear test, cuestionarios, encuestas para que los usuarios evalúen la formación, crear materias con agrupación de cursos, participar en la creación automática de ejercicios adicionales de refuerzo generados según el progreso del alumno, etc. Los recursos para ejecutar todas estas posibilidades resultan especialmente sencillos, claros e intuitivos, y proporcionan al curso un “carácter ad hoc” con el que el alumno se siente plenamente identificado.

#4. Remitir a las soluciones de apoyo e interactividad necesarias para demostrar al alumno que en ningún momento estará solo ante sus objetivos de aprendizaje. Para ello, incentive el uso del sistema de preguntas frecuentes (FAQs) para dudas técnicas o administrativas; fomente el acceso y consulta a la Comunidad para resolver dudas sobre el curso; promueva los mensajes al tutor; agilice el flujo de emails entre alumno y profesor mediante una gestión adecuada (individual o global, según número de alumnos); Impulse la colaboración, la participación, el intercambio de opiniones mediante el acceso a salas virtuales donde se ve, se oye y se conversa con otros alumnos a través de grupos de estudio permanentemente accesibles.

#5. El profesor es el verdadero motor del curso. Por eso el LMS facilita múltiples herramientas para establecer un seguimiento personalizado de los alumnos, con información detallada a tiempo real sobre la dedicación y el nivel adquirido. Promover el uso de los recursos de evaluación y análisis entre los profesores permite precisar sus decisiones para reforzar las áreas en las que cada alumno presenta mayores deficiencias.

#6.La plataforma educativa permite poner a disposición de los alumnos una amplia diversidad de material para consulta, gracias a las posibilidades para importar toda clase de archivos de apoyo, y clasificarlos por temas y carpetas en la biblioteca. Esta posibilidad proporciona al alumno seguridad y confianza para afrontar los siguientes pasos del proceso de aprendizaje.

#7. Active los recursos para mantener informado al alumno: tablero de noticias, suscripción al Feed de los podcast, Feed de noticias, etc. Estas opciones ayudan a implicar más al alumno, proyectan la sensación de que el curso está vivo, y que debe estar al día para cumplir sus objetivos.

En definitiva, las posibilidades que ofrece una plataforma educativa o LMS/LMCS para el aprendizaje de idiomas son casi ilimitadas. Fomentar el aprovechamiento incide directamente en la eficacia del curso, y por lo tanto, en el prestigio y posicionamiento de su academia de idiomas como institución diferenciada y de vanguardia. No lo dude, consiga un rendimiento óptimo de su plataforma educativa.

También le puede interesar: