Se suele decir que a grandes males, grandes soluciones. Y tras un convulso 2020 que ha estado marcado por el Coronavirus (COVID-19), ha emergido la modalidad B-learning o Blended Learning como una de las grandes respuestas del sistema educativo a las trabas que ha impuesto la pandemia. Hablamos de un método de aprendizaje que no es ni mucho menos novedoso, pero que por primera vez se está empezando a entender como la opción ideal de presente y de futuro para llevar la enseñanza a un nuevo nivel.

La gran ventaja del Blended Learning es que es un sistema mixto en el que el alumno o estudiante lleva a cabo su aprendizaje combinando la asistencia a clases presenciales con el seguimiento del temario de forma telemática y online. Así, puede aprovechar las herramientas digitales de las que dispone para aprender de forma totalmente personalizada y adaptada a sus necesidades individuales, sociales e incluso económicas.

b-learning

 

El distanciamiento social afianza el B-Learning

Como ‘animal’ social, el ser humano ha dado siempre preferencia a la enseñanza presencial. Pero las características del COVID-19 han cambiado totalmente el contexto y aconsejan seguir unas medidas de distanciamiento social. En consecuencia, la educación ha tenido que adaptarse a estas y no ha tardado en entender las grandes ventajas que le supone recurrir al Blended Learning para minimizar los riesgos de contagio y para lograr resultados óptimos.

Entre ellas, identificamos las siguientes:

  • Es el método más completo, porque al ser mixto combina tanto los beneficios de la educación presencial en clases y en aulas con todo lo bueno del seguimiento online y a distancia.
  • Es también el más seguro, porque como hemos señalado, no requiere que los alumnos pasen tantas horas en clase como en el modelo plenamente presencial. De esta forma, se reduce la masificación en las aulas, es más fácil respetar las medidas de distanciamiento social y se contribuye a frenar la pandemia de COVID-19.
  • Es totalmente adaptable y permite una gran personalización, ya que el protagonismo recae en el alumno y este puede aprender donde quiera, cuando quiera y de una forma que se ajuste a sus capacidades y aptitudes.
  • Pone al servicio de los profesores y de los estudiantes multitud de herramientas, como videoconferencias, pizarras, compartidas, mensajería instantánea, plataformas de contenido o incluso realidad virtual y juegos de aprendizaje. De hecho, los recursos técnicos se perfeccionan y evolucionan con el tiempo, por lo que cada vez se van ampliando más las posibilidades.
  • Se fomenta la participación y la comunicación, de manera que el alumno se siente más integrado y puede ser más proactivo. El B-learning le da facilidades, pero al mismo tiempo le invita a trabajar constantemente con el profesor y con sus compañeros, para aprender a afrontar y resolver problemas.

 

La modalidad B-Learning ha llegado para quedarse

La incertidumbre es una consecuencia inevitable del COVID-19, pero una de las cosas más claras que está dejando esta pandemia es que este método de aprendizaje se va a consolidar en estos meses. Hasta ahora, no todo el mundo se mostraba convencido sobre su idoneidad, pero el Blended Learning está siendo sometido a un exigente examen y lo está aprobando con muy buena nota.

En otras palabras, el cambio está siendo forzado por las circunstancias para todos aquellos que con anterioridad no lo habían iniciado. No son pocos los colegios, institutos, universidades, etc. que han experimentado por primera vez en este modelo mixto y que han descubierto que, además de ser la solución idónea para evitar la expansión del virus, es el futuro de la educación gracias al apoyo de la tecnología.

Así lo indica el profesor Enrique Dans en la prestigiosa revista Forbes, aunque recuerda que todavía hay que afrontar algunos problemas para completar este proceso evolutivo hacia un sistema totalmente híbrido de presencialidad y de seguimiento a distancia.

En concreto, habla de:

  • La brecha digital, pues no todos los alumnos ni todos los centros de enseñanza tienen acceso a Internet, a banda ancha y a ordenadores o smartphones. O también hay casos en los que existe este acceso, pero es limitado. Por eso, es preciso invertir en estas herramientas y que los gobiernos y entidades fomenten planes y programas para favorecer la implantación del e-Learning y, en concreto, del B-Learning.
  • La necesidad de adaptación de los profesores, ya que deben cambiar la forma de enseñar y se les pide que cuenten con las competencias tecnológicas y digitales fundamentales para responder a este desafío. En este sentido, la forma de enseñar va a ser más compleja y variada, ya que no se ceñirá exclusivamente al aula y también se desarrollará en un entorno virtual e invertido (flipped classroom), con todo lo que esto implica. De esta forma, los maestros deberán implicarse más que nunca, actuando como guías, favoreciendo la personalización y adaptando la enseñanza a cada uno de sus alumnos.
  • El cambio de planteamiento que deberán asumir las instituciones, principalmente hacia los métodos de aprendizaje ya estandarizados. Ahora estos deberán modificar su enfoque y dejar de basarse en la memorización, para centrarse en la selección adecuada de la información y en la formación de las capacidades de los alumnos. El futuro pasa por un entorno más práctico que teórico en el que se aprenda a realizar tareas, a resolver problemas, a trabajar y a desenvolverse en grupos de trabajo.

En definitiva, la duda no es si el Blended Learning se consolidará, porque lo está haciendo ya en estos momentos. La cuestión es cómo se va ir desarrollando este proceso. Ahora puede que en muchos casos se vea como una solución, pero una vez superado lo peor, será la opción mayoritaria en los principales sistemas educativos de todo el mundo. De hecho, es posible que cada centro de enseñanza y cada organismo acaben moldeando este método en función de sus circunstancias y necesidades, decidiendo puntualmente si priorizan la enseñanza presencial o la telemática.

Todo para conseguir a medio y largo plazo una integración plena, que permita desarrollar programas y estrategias de aprendizaje mixtas y completas, totalmente eficientes y provechosas, de las que se beneficien alumnos,  profesores y, por supuesto, la sociedad.

 

El compromiso de CAE con el Blended Learning

En CAE el reciente éxito de Blended Learning no nos pilla por sorpresa. A lo largo de nuestra dilatada experiencia en el campo de la enseñanza en entornos digitales, hemos constatado que el aprendizaje mixto es eficaz y es exactamente lo que buscan los estudiantes a la hora de afrontar el reto de adquirir nuevos conocimientos en un entorno interconectado.

Por eso, hemos desarrollado el ebook ‘El éxito del Blended Learning en idiomas’, el cual puede descargarse totalmente gratis en este enlace. En él hemos plasmado sus características y sus ventajas; y también hemos profundizado en aspectos claves que ayudan a su perfeccionamiento, como la tecnología educativa y las plataformas diseñadas para crear el entorno virtual adecuado.

Y qué mejor que poner todos estos conocimientos al servicio de los alumnos que buscan aprender un nuevo idioma. Por eso, contamos con una amplia oferta de cursos Dexway, los cuales combinan la formación online con una novedosa metodología que ofrece multitud de herramientas de apoyo al profesor para sus clases presenciales. Descubra aquí todas sus ventajas y consúltenos sin compromiso, ya que usted también puede beneficiarse del enorme salto cualitativo que supone disfrutar del B-Learning.

 

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