Para señalar las diferencias entre e-learning y educación tradicional basta con analizar los principales actores que intervienen en ambas y cómo la tecnología y la red han transformado sus roles.

E-learning y educación tradicional

Hay muchos puntos de vista que muestran claramente la divergencia entre estos dos modelos que por ahora conviven. Por ejemplo, en esta infografía de School of Business D’Amore-McKim Northeastern University, Estados Unidos, formación e-learning y educación tradicional se enfrentan en el número de alumnos matriculados, las temáticas de estudio más demandadas o la percepción de la calidad de sus contenidos.

Un análisis desde la perspectiva del papel que cada agente juega en la formación tradicional y cómo ha cambiado por completo en las nuevas propuestas online es sin duda una de las más interesantes.

 

Análisis de roles: e-learning y educación tradicional

Profesorado, estudiantes, contenidos, medio, acceso y evaluación se comportan de formas muy diferentes cuando hablamos de formación online o e-learning y educación tradicional o formación tradicional.

 

#1 Profesorado

Dejan de ser transmisores del conocimiento para ser asesores, mediadores y motivadores. El sistema de clases con profesorado como oradores cambia a profesorado como orientadores. Siguen siendo los responsables de marcar el camino, pero la comunicación es más bidireccional que nunca.

 

#2 Alumnado

La actitud pasiva de la enseñanza tradicional se transforma en activa y participativa. De un modelo de escucha, donde los estudiantes siguen la lección recitada por el profesorado mientras toman notas, se pasa a un modelo de participación, investigación y práctica.

 

#3 Contenidos

Los medios audiovisuales y los recursos interactivos definen a la educación online en contraposición al material didáctico en papel. Por sus características, se trata de una enseñanza con mucho más engagement que permite la inmersión y mantiene la motivación del estudiante.

 

#4 Medio

Las plataformas educativas permiten que sean los propios estudiantes los que decidan cómo administran su tiempo de estudio, creando sus horarios personalizados en base al resto de sus responsabilidades y su ocio. El sistema tradicional se basa en horarios fijos en los que alumnos y profesores deben coincidir en un espacio físico. La formación e-learning cuenta con muchas soluciones que rompen con esta rigidez como clases presenciales online mediante las aulas virtuales (VCR o virtual classroom).

 

#5 Acceso

Cuando se trata de formaciones 100 % online, las personas que pueden acceder a esa educación ya no están limitadas por áreas geográficas. Antes de la popularización del e-learning muchos estudiantes debían hacer grandes esfuerzos para desplazarse hasta el lugar donde se impartía aquello que deseaban estudiar o renunciar a formarse. La educación universitaria es un claro ejemplo de los desplazamientos requeridos para cursar estudios (distancia a ciudades, oferta, notas). También los idiomas, al reducirse la oferta a los idiomas disponibles en los centros cercanos. En la modalidad e-learning, una persona puede estudiar el título que desee e incluso del país que lo desee, y también, el idioma que le interese.

 

#6 Evaluación

Una de las actividades que más tiempo lleva al profesorado en modelos tradicionales es la corrección de las pruebas. Con el uso de plataformas y la automatización de las evaluaciones, el seguimiento de los progresos del grupo se hace en tiempo real y el tiempo se aprovecha para otras actividades. El feedback que llega al estudiante es prácticamente instantáneo.

Auge de la formación e-learning

Con estas características no es de extrañar que el aprendizaje online esté en auge. A pesar del peso que aún conserva el modelo tradicional-presencialista, la formación e-learning gana adeptos entre los estudiantes por la flexibilidad de horarios que ofrece. Pero también entre centros, organizaciones y empresas gracias a toda la información valiosa que facilita y el tiempo que ahorra aplicando los procesos de digitalización al aula.

Mientras que tradicionalmente la única fuente para conocer el progreso de los estudiantes era la de realizar pruebas e invertir horas en su corrección, la formación online se apoya en plataformas educativas, conocidas por sus siglas en inglés LMS (Learning Management System), capaces de hacer un seguimiento continuo del progreso de cada alumno y grupo. Pero no es su única ventaja.

Como hemos visto, la formación e-learning o educación virtual modifica los roles de profesores y alumnos que deben adaptarse a un entorno mucho más dinámico y práctico en el que la participación es vital. Sus virtudes han convertido a esta modalidad educativa en una de las principales preferencias para las nuevas generaciones.

 

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